Hablamos de desayunos con nuestro enfermero del Colegio, Joaquín Echegaray

Cuidarnos y cuidar de los nuestros depende en gran medida de caer en la cuenta de los beneficios que cada momento aporta a nuestras vidas. Hoy queremos compartir con nuestra comunidad educativa esta reflexión que nos hace llegar nuestro enfermero del Colegio, Joaquín Echegaray, especialmente enfocado al ámbito de la alimentación y con atención al alumnado del centro.

«Un desayuno mal hecho inicia un desequilibrio metabólico que incidirá en el estudio, en el aprendizaje o en el rendimiento general, además de favorecer un apetito compensatorio desmedido. En la práctica, muchas veces nos hacemos cómplices de este error muy común, porque los mayores también salimos a menudo con prisa de casa. 
Según estadísticas internacionales, a mejores desayunos, mejores resultados.

Un desayuno correctamente establecido:

• Incrementa los niveles de energía cerebral a corto plazo.
• Mejora el estado nutricional.
• “Incentiva” el metabolismo celular; concretamente en los escolares y favorece la atención y concentración.

Enlazar un ayuno nocturno de más de 8 horas con el esfuerzo intelectual, que requiere atención, entendimiento y memoria, es incorrecto. Y tanto la memoria visual como la auditiva, procesos imprescindibles para el aprendizaje, se verán afectadas por un desayuno inexistente o insuficiente.

El consumo de un desayuno con un contenido nutritivo equilibrado, podría ayudar a medio plazo a mejorar el estado nutricional general y, por tanto, la salud de los escolares, además de proveer de energía necesaria para comenzar el día sin deficiencias y un mejor estado inmunológico por el aporte de nutrientes, además de minerales y vitaminas contenidos en los alimentos de diferentes clases.

El desayuno de todos y más en edad escolar, debería proporcionar un tercio de los requerimientos nutricionales diarios.

Un desayuno equilibrado logra incidir positivamente en variables vinculadas a la salud mental y física y tiene efectos sobre la talla y los resultados de los escolares. Un desayuno equilibrado, ya sea en el hogar o en el colegio, fortalece la capacidad de rendimiento y recuperación en niños, adolescentes o adultos.

Obviamente, la capacidad de aprendizaje activo también puede estar influenciada por factores generales alimentarios, sociales, familiares y de antecedentes educacionales del estudiante, y no sólo por factores nutricionales y de salud, además de una efectiva infraestructura pedagógica general que proporcione estímulos de aprendizaje atractivos, eficaces y reiterados.

Un buen desayuno abre la conexión a un buen desarrollo intelectual y físico».

¡Gracias Joaquín!

Y ahora, a organizar un buen momento de desayuno en la medida de lo posible, por el bien de todos.