Todos sabemos que la educación es una labor difícil y compleja. Uno de los mayores retos a los que se puede enfrentar una persona en su vida es educar a un hijo. En ese proceso intervienen muchos factores, pero está claro que la principal responsabilidad recae sobre los padres y su forma de entender dicha labor. Desde el Colegio tenemos como tarea esencial inculcar una serie de valores a nuestros alumnos, unos valores que marca decisivamente nuestra misión educativa: justicia, libertad, excelencia, compromiso y fe. Entendemos que son pilares básicos que deben sustentar la vida de nuestros alumnos. Para construirlos solo será posible si se asientan sobre cimientos sólidos, aquellos que los padres quieren inculcar a sus hijos. Por ello estamos convencidos de que una buena educación integral solo se consigue mediante un esfuerzo conjunto entre familia y Colegio.
Partiendo de esta idea nació en 1989 la Escuela de Padres. Un espacio de comunicación y diálogo en el que poder aunar fuerzas en la ilusionante labor de educar. En una sociedad en continuo cambio y transformación, debemos concienciarnos de que la tarea de enseñar y educar conlleva renovarse constantemente. Los paradigmas educativos cambian al mismo ritmo que lo hace la sociedad. Por ello, desde la Escuela de Padres pretendemos dar respuesta a esta exigencia, intentando que las familias de nuestros alumnos encuentren en ella un lugar donde aprender, reflexionar y, sobre todo, compartir vivencias. Con este propósito, intentaremos compaginar ponencias y talleres en diversas materias con sesiones participativas y dinámicas en la que aprendamos intercambiando experiencias.
Los objetivos que perseguimos con la Escuela de Padres son:
1.- Crear un espacio de diálogo entre familias y Colegio que tenga como finalidad dar respuesta a aquellas necesidades que la educación nos demanda hoy en día.
2.- Proporcionar información teórica y práctica sobre temas claves para que los padres encuentren soluciones más eficaces para educar a sus hijos. Para ello, contaremos con expertos en diversas áreas para que nos ilustren y aconsejen a la hora de enfrentarnos a la educación de niños y adolescentes. Una labor que es cada vez más compleja por el tipo de sociedad en la que vivimos.
3.- Promover una educación en valores básica para que los padres puedan ayudar a sus hijos a que desarrollen una personalidad autónoma y responsable.
4.- Desarrollar sesiones dinámicas y participativas, en las cuales las familias puedan expresar sus preocupaciones y compartir sus experiencias.
5.- Fomentar el diálogo entre padres e hijos a la hora de prevenir y atender de manera oportuna los diversos problemas que los más jóvenes demandan.
6.- Promover la participación consciente y responsable de los padres en el proceso de enseñanza y aprendizaje de sus hijos, buscando metodologías y mecanismos apropiados a nuestra época.
7.- Crear un espacio de reflexión profunda sobre nuestra tarea como educadores, incentivando la autocrítica y el deseo de mejorar como padres responsables y comprometidos.