Ante un futuro incierto y en medio de noticias inquietantes y preocupantes originadas por la situación excepcional que estamos viviendo, también hay destellos de vida.
Y estas señales nos hablan de solidaridad, comunión, disponibilidad, servicio, generosidad… Quizá la fragilidad humana compartida por tantos nos ha hecho caer en la cuenta más que nunca de que si entre todos buscamos sostenernos, cuidarnos, y ponernos al servicio del otro…, este desafío que hoy enfrentamos podrá adentrarnos en la nueva humanidad que tanto necesitamos.
Y de un modo natural se tejió una red solidaria formada por un grupo de educadores de la Escuela, antiguos alumnos, alumnos actuales, personal del centro de salud del barrio de San Roque, responsables de la Residencia de ancianos Virgen de Guadalupe de Olivenza, con el ánimo de servir de puente y facilitar la realización de material de protección sanitaria con la impresora 3D de nuestro centro.
Y ya llevamos casi 150 viseras protectoras. Y nos sentimos satisfechos y orgullosos de haber podido contribuir a hacerlo posible, y lo compartimos reconociendo que en medio de tantas dificultades, también estamos ante un tiempo cargado de posibilidades y abierto a la esperanza.