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FP BUENAS PRÁCTICAS

Ay ¡Señor, Señor!

Vender a Dios

Tengo un negocio para proponerte, es un negocio maravilloso, te cuento como empecé.

Hace algunos años, cuando comencé mi carrera terrenal de vendedor pensé en cuál sería el producto ideal para vender, el producto que todo el mundo quisiera comprar, algo que universalmente fuera conocido y buscado por todos, pensé en eso, pase varios días pensando, pero sucedía que todas las ideas que recibía eran de cuestiones intangibles, cosas que no se podían cuantificar.

Comprendí entonces que lo mejor que podría “vender” era en definitiva a Dios, porque Dios es todo eso.

Obviamente la idea era clara, pero totalmente inaplicable en el sentido de venta terrenal que yo buscaba.

¿Cómo poner a Dios en venta para que realmente todo el mundo lo compre?. Vaya dilema.

Di con la solución, crear un spot publicitario donde el negocio esté centrado en llegar al corazón de las personas y que comprenda la conveniencia de que ambas partes (comprador y vendedor) vean que el gran negocio está en sembrar algo en su ser, ya que lo demás queda en la tierra y es tan pasajero como una venta.

Por eso te propongo que “vendas” a Dios. Para hacerlo no necesitas estudios previos, tampoco inversión inicial, espacio físico, ni que te inscribas en ningún registro. Solo tienes que hacer tu misión, “vender” a Dios es ofrecer una sonrisa a cambio de nada, es dar una abrazo sabiéndolo sanador. “Vender” Dios es mirar a los ojos sabiendo que en los ojos esta la luz de su amor.

“Vender” a Dios es elevar nuestra mente al universo para que en nuestras palabras habite la creación. Es darle paz a quien transita el miedo, ayuda a quien se deja ayudar.

Quien “vende” a Dios sin esperar nada a cambio recibe el reino en herencia y deja grabada en la tierra la herencia de su misión.

“Vender” a Dios es mostrar la propia esencia, ya que en nuestra esencia habita Dios. Es permitirle que brille en nuestra presencia, y que su luz ilumine nuestro corazón.

¿Te atreves?

Vida

Verdad.

Seguridad.

Perdón.

Compasión

Amor.

Paz.

Esperanza.

Armonía.

Luz.

Misericordia.

Acogida.

Etc.

(Alfonso Chaves Alvarado)