Este programa contribuye a la formación integral de nuestro alumnado desde una visión profunda de la afectividad y la sexualidad fundamentada en la antropología cristiana y alineada con nuestro proyecto educativo.
La Iglesia Católica reconoce la importancia de educar en este ámbito. El Papa Francisco, en Amoris Laetitia subraya la necesidad de preparar a los jóvenes para un amor grande y generoso. La Compañía de Jesús acoge esta llamada en consonancia con su proyecto educativo, que concibe la educación desde una perspectiva integral, abarcando todas las dimensiones de la persona, incluida la dimensión afectivo-sexual.
El programa se fundamenta en un decálogo basado en principios éticos universales y valores propios tales como el respeto, la justicia, la competencia, la alegría, la escucha, la confianza, la libertad, la verdad, el amor y la trascendencia. Más allá de actividades concretas, este programa centrado en la persona, se aborda desde una visión integral y profunda de la afectividad y la sexualidad, incluyendo dimensiones biológicas, psicológicas, sociales y espirituales.
(Extraído de la carta del director general de la Fundación Loyola a las familias)
Queremos respetar a cada persona tal y como es conociendo, valorando y cuidando la afectividad y sexualidad de toda persona en toda su diversidad. Y por ello educaremos en el respeto y desde el respeto
Te voy a tratar con respeto. Te respeto tal y como eres: en tu individualidad, tu totalidad y tu diversidad, incluida la sexual. Te respeto en tu privacidad y tu intimidad en tus tiempos, tus ritmos y tus procesos personales. Y voy a cuidar que haya un clima de respeto hacia ti.
Respétate a ti mismo: conoce, valora y cuida tu cuerpo, tus emociones, tus opiniones y valores, tus gustos y deseos, tus tiempos y procesos, tus relciones y tu sexualidad. Respeta a los demás: conoce, valora y cuida a los otros en su dignidad, su individualidad, sus tiempos, sus procesos y su diversidad.
Queremos actuar con justicia, reconociendo la igual dignidad de todas las personas y reclamando los sus derechos afectivo-sexuales de todas las personas sin discriminar, desproteger, ni dañar a nadie.. Y por ello educaremos en la justicia y para la justicia
Voy a reconocer y respetar tus derechos: no te voy a juzgar, a dañar, ni a discriminar en ninguna dimensión de tu sexualidad. Voy a ofrecerte las oportunidades que necesitas, de forma inclusiva y accesible. Voy a protegerte frente a toda forma de violencia y la exclusión. Voy a atenderte, a reparar y restaurar si eres víctima de violencia.
Sé justo contigo mismo, descubre que eres igual y distinto que todos los demás. Aprende a reclamar lo que es justo para ti. No te dejes juzgar, dañar o discriminar. Aprende a luchar por lo que es justo para otros. No juzgues, no dañes y no discrimines y aprende a luchar por los derechos de los demás.
Queremos desarrollar las capacidades necesarias para construir una vida afectivo sexual sana y feliz, adquiriendo los conocimientos, actitudes, habilidades y recursos adecuados. Y por ello educaremos reconociendo y potenciando las competencias.
Voy a reconocer tus capacidades, habilidades y recursos. Voy a ofrecerte los conocimientos, herramientas y experiencias que necesitas y te hacen falta en cada momento. Voy a ayudarte a formar un criterio propio. Voy a darte la oportunidad de intentarlo, de equivocarte y de aprender. Voy a poner a tu disposición redes/personas que te acompañen.
Puedes desarrollar los conocimientos, actitudes, habilidades y recursos necesarios para construir tu vida afectivo sexual. Eres capaz de vivir una vida afectivo sexual buena, sana, libre y feliz. Puedes ir tomando tus propias decisiones en la medida de tu edad y tu madurez.
Puedes hacer frente a la dificultad y la adversidad de forma resiliente.
Queremos promover una visión positiva de la afectividad y la sexualidad, en la que cada uno, de acuerdo a su edad, momentoevolutivo y/o madurez, descubriendo lo que le hace sentir bien y aprendiendo a comunicarlo, para poder llegar a disfrutar con plenitud y alegría de esta dimensión. Por ello educaremos en con alegría y para la alegría.
Voy a mantener una actitud positiva hacia ti y tu proceso de autoconocimiento. Voy a celebrar tu exploración, tu cambio, tu crecimiento, tu bienestar. Voy a cultivar una visión optimista de la sexualidad y la afectividad. Y voy a crear espacios en los que puedas relajarte, divertirte, disfrutar y celebrar.
Disfruta con plenitud del presente, de los procesos de las etapas de la vida sin prisa. Descubre lo que te hace disfrutar y sentirte bien y lo que no: con los sentidos, con la mente. Disfruta con otros, se agradecido, aprende a comunicar lo que te gusta y lo que no.
Queremos ser personas atentas y disponibles a las necesidades e inquietudes de la realidad afectivo sexual de cada persona, posibilitando actitudes y espacios de escucha activa. Por ello educaremos desde la escucha y para la escucha.
Voy a estar atento y disponible a tus necesidades, inquietudes y dolores a lo que dices con palabras y sin palabras en tu educación afectivo sexual. Voy a intentar comprender tu experiencia afectivo sexual para ayudarte a crecer, sin miedos ni prejuicios. Voy a dedicar tiempo y a crear espacios seguros de escucha, donde prestar atención a tu experiencia. Voy a formarme para comprender el idioma de tu edad y generación. Voy a escuchar tus críticas y tus propuestas y las voy a tomar en consideración.
Escúchate a ti mismo, conócete y compréndete. Mantente conectado con lo que piensas, con lo que sientes, con lo que quieres en la construcción de tu biografía afectivo sexual. Escucha a otros desde sus zapatos, sé empático. Hazte escuchar: comunica a los demás con claridad, amabilidad y firmeza tus necesidades, deseos, preferencias, emociones, etc., en tu vivencia afectivo-sexual.
Queremos crear relaciones basadas en la confianza, el cuidado y la ayuda mutua y confiar en que todas las personas podemos desarrollar una vivencia plena de nuestra afectividad y sexualidad. Por ello educaremos desde la confianza y en confianza.
Creo que puedes vivir una afectividad y sexualidad plena y buena. Creo que puedes afrontar los retos y los riesgos que se te planteen en tu descubrimiento afectivo y sexual. Y voy a crear espacios seguros y de confianza para que puedas vivir en plenitud tu afectividad afectivo sexual.
Confía en ti: en lo que eres, en lo que quieres, tienes y puedes; en lo que te espera en la vivencia de tu afectividad y sexualidad. No vivas con miedo. Confía en los demás: descubre en quién y en que puedes confiar, pide ayuda cuando lo necesites. Construye relaciones basadas en la confianza y la ayuda mutua. Sé digno de confianza para los demás, busca reconciliarte cuando hayas perdido la confianza en otro o de otro.
Queremos que toda persona pueda ser libre en su afectividad y sexualidad, tomando decisiones con responsabilidad, respeto y compromiso. Y por ello educaremos desde la libertad y para la libertad.
Voy a ofrecerte la libertad que puedas asumir en cada etapa de tu vida. Voy a proponerte y no a imponerte unos valores que te ayuden a decidir. No te dominaré, te someteré ni te impondré lo que tienes que pensar. No abusaré de mi autoridad o mi poder contigo. Promoveré tu participación en todos los procesos educativos, trataré de establecer relaciones de cooperación contigo.
Date permiso para conocerte, experimentar, pensar, sentir y actuar. Toma tus propias decisiones y haz tu camino con responsabilidad, respeto y compromiso. La libertad tiene límites para ti y para la otra persona: conoce y respeta los límites externos e internos de tu libertad afectiva y sexual. Asume las consecuencias de tus decisiones. Reconoce y repara las consecuencias negativas de tus actos. No te sometas a otras personas en las relaciones afectivo-sexuales. No impongas a los demás tu verdad, tus decisiones o tus criterios en lo afectivo sexual.
Queremos que toda persona pueda ser auténtica en su afectividad y sexualidad, reconociendo y expresando sus necesidades, sentimientos y opiniones con verdad. Y por ello educaremos desde la verdad y para la verdad.
No te voy a engañar. No te voy a ocultar información importante para ti. Te voy a dar información referenciada y contrastada. Voy a enfrentar los mitos de la sexualidad con conocimiento y capacidad crítica. Voy a ser coherente en tu educación afectivo sexual.
No te engañes a ti mismo, sé auténtico, no te escondas ni aparentes lo que no eres ni lo que no quieres. Sé auténtico en lo que necesitas y sientes. No engañes a otros: se honesto y confiable. Aprende a decir a las otras personas lo que realmente quieres de ella, cuáles son tus sentimientos y los compromisos que eres capaz de asumir. No te dejes engañar: sé crítico. Busca la verdad, no siempre es evidente.
Queremos que toda persona pueda amarse en su realidad e identidad afectivo-sexual, reconocer el amor de otras personas y amarlas en su diversidad. Por ello educaremos desde el amor y para el amor.
Voy a mostrarte que me importas y que deseo lo mejor para ti. Voy a acompañarte y a ayudarte a comprender y vivir tus experiencias de amor y el desamor. Voy a acoger con agradecimiento y respeto tu afecto y tu confianza. Voy a crear un entorno amable y seguro para ti.
Quiérete a ti mismo, cuídate, escúchate, respétate… Reconoce, siente, agradece y confía en el amor de otros: de la familia, de los amigos, de los profesores. Aprende a distinguir los distintos modos de amor, los límites del amor y a distinguir el verdadero amor de lo que no lo es. Atrévete a amar a los demás y haz duelo por el desamor o por la pérdida.
Queremos descubrir nuestra afectividad y sexualidad como un regalo de Dios, una dimensión sagrada y trascendente que toda persona está llamada a vivir con sentido y en plenitud. Por ello educaremos reconociendo y promoviendo la dimensión trascendente de cada persona.
Me siento llamado a vivir contigo, a entregarme a tu educación. Te voy a mirar como hijo de Dios que eres, a descubrir qué te hace especial. Voy a quitarme las sandalias antes de acercarme a tu intimidad. Pase lo que pase con tu sexualidad no te condeno y te trataré con misericordia.
Eres hermoso, digno, importante, valioso. Tu cuerpo, tu mente, tu persona, su afectividad y sexualidad son sagrados. No vivas la sexualidad desde la superficialidad, no es una realidad puramente biológica. Los demás son hermosos, dignos, valiosos y sagrados, estás llamado a reconocer su alteridad y vincularte desde el amor. Estás llamado a una vida buena: amar, alabar, servir… ser feliz. Tu sexualidad es un regalo que vivir con sentido y agradecimiento.