Se coloca la primera piedra de la iglesia del colegio, que se abre al culto treinta años después, el 25 de febrero de 1754. La iglesia estuvo dedicada desde su creación a San Francisco de Borja.
El rey Carlos III decreta la expulsión de todos sus territorios de la Compañía de Jesús. Cesan las actividades del colegio. Los edificios del colegio y de la iglesia pasan a ser propiedad de la Diócesis de Canarias.
Por consejo de San Antonio María Claret al obispo de la diócesis, Don Buenaventura Codina, los jesuitas vuelve a la ciudad para hacerse cargo del Seminario, ya instalado en el edificio del antiguo colegio.
La Junta Revolucionaria de Gobierno de Las Palmas acuerda en fecha del 7 de octubre la expulsión de los jesuitas, que dejan el Seminario. Segunda expulsión de Las Palmas, esta vez emanada de la revolución llamada “La Gloriosa”.
Casi 50 años después, a petición del obispo Don Ángel Marquina, vuelven los jesuitas para abrir de nuevo el colegio en parte del edificio ocupado por el Seminario. Actualmente es el número 15 de la calle Dr. Chil.
El 31 de diciembre se bendice y coloca la primera piedra de un nuevo edificio en el emplazamiento actual, calle Juan E. Doreste, esquina a Alcalde Francisco Hernández González (que antes llevó el nombre de Dr. Pasteur).
Los terrenos eran hasta entonces una finca de plataneras. La fachada Este da directamente al mar. No existe todavía la avenida marítima, así que las olas del “sonoro Atlántico” besan los cimientos del nuevo edificio, las gaviotas graznan durante las largas horas de estudio…, pero el “marote”, el aire corrosivo del mar comienza a minar sus estructuras de hierro desde el momento de su construcción.
Se inaugura oficialmente el nuevo colegio el 27 de septiembre.
El 24 de enero el Gobierno de la República decreta la disolución de la Compañía de Jesús en España y la incautación de sus casas y bienes. Tercera expulsión de los jesuitas. Se cierra el Colegio, y sus instalaciones son usadas primero como Instituto y luego como cuartel.
Devolución del Colegio a los jesuitas. Se reanudan las clases el 15 de octubre, festividad de Santa Teresa, con sesenta y cinco alumnos.
El 30 de agosto comienza la demolición del edificio de 1924. El colegio ha superado muchos contratiempos, pero no ha resistido el deterioro producido por su cercanía al mar. Comienza la construcción de las actuales instalaciones en el mismo solar.
Demolición y construcción se hacen por fases de modo que no se pierda ni un solo día de clases.
Se inaugura el nuevo pabellón de la Educación General Básica.
Se inauguran las instalaciones de B.U.P., F.P. y C.O.U.
Comienzan a impartirse cursos de Formación Profesional Ocupacional.
Creada por el Padre General de la Compañía la Fundación Loyola Andalucía y Canarias, se transfiere a esta entidad la Titularidad del Colegio.
Se inauguran las nuevas instalaciones para el Bachillerato y Ciclos Formativos y para la Educación Infantil que este año comienza a impartirse.
Comienza a impartirse Formación Profesional Básica en la modalidad de Cocina y Restauración.
Nuestro colegio cumple 100 años en nuestra ciudad. Con este motivo el centro recibe algunas distinciones como el Roque Nublo de Oro otorgado por el Cabildo de Gran Canaria y la Medalla de Oro de la ciudad por parte del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.