La Fundación Loyola ACE (FLOY) es una fundación canónica constituida por el P. General de la Compañía de Jesús en el año 1998. Tiene personalidad jurídica civil y NIF propio. Su protectorado los ostenta el P. General. El ámbito de actuación de la FLOY actualmente se corresponde con la Zona Sur de Educsi: Andalucía, Canarias y Extremadura Para el desarrollo de sus actividades en 1998.
La Compañía de Jesús transfirió a la Fundación Loyola la titularidad y el usufructo sobre los inmuebles, instalaciones y mobiliarios de los siguientes centros educativos en Andalucía y Canarias:
Colegio Inmaculado Corazón de María-Portaceli de Sevilla
Colegio San Estanislao de Kostka de Málaga
Colegio San Ignacio de Loyola de Las Palmas de Gran Canaria
Desde el 1 de septiembre de 2018 se incorporó a la Fundación Loyola los colegios de la PAL de Extremadura:
La Fundación Loyola tiene como finalidad la formación integral de su alumnado desde la espiritualidad ignaciana en colaboración con toda la comunidad educativa.
Contribuye a la misión de la Compañía de Jesús de anunciar y ser testigo de Jesucristo y del Reino de Dios, desde la Iglesia y en colaboración con otros.
La participación de todos los miembros de la comunidad educativa (entidad titular, educadores, alumnado y familias) es un factor esencial de esta misión.
El logro de la excelencia, además de una buena formación académica, exige tanto el desarrollo armónico de las capacidades y las actitudes personales como la apertura a la comunicación interpersonal.
Así logramos que nuestro alumnado alcance un serio compromiso ético con el entorno y con sus semejantes.
De este modo, aspiramos a formar “la persona completa”, definida también por el P. Kolvenbach como aquella que es “competente, consciente, compasiva y comprometida”.
Nuestra visión es que nuestros alumnos y alumnas lleguen a ser “hombres y mujeres para los demás” como expresó el P. Arrupe.
En toda nuestra actividad educativa está presente el principio integrador del vínculo inseparable entre la fe y la promoción de la justicia del Reino. De este modo, es un propósito expreso atender al alumnado más necesitado –sin excluir a nadie– y promover relaciones justas con la Creación.