Hay días en que miramos atrás y descubrimos que vamos acumulando recuerdos…esos recuerdos que tanto nos llenan de alegría y de buenos momentos.
La memoria se ilumina de todos aquellos rostros que nos acompañaron día a día y que nos hacen vibrar y entonces palabras como gratitud, arrepentimiento, olvido, nostalgia, madurez, entrega, felicidad empiezan a cobrar sentido…
Es muy hermoso el saber que vamos cargando las “maletas” con un equipaje que incluye nombres, abrazos, errores, lecciones, perdones, fracasos y éxitos, caricias, opciones, luchas, oraciones, dudas, pequeñas historias que van entretejiendo una historia grande.
Es hermoso ese tiempo (que pasamos en la FP de Portaceli) en el que los recuerdos perdurarán para siempre, y no se olvidan. Los caminos recorridos confluyen en un horizonte cuyo futuro da lugar al encuentro con el otro, ese es el deseo.
Que Dios Padre Bueno mantenga viva la llama de la amistad y el corazón lleno de nombres. Ah, recordad “entramos para aprender y salimos para servir”. Besotes