Nuestra misión es la formación integral del alumnado en todas sus dimensiones como personas conscientes, competentes, compasivas y comprometidas para estar al servicio de los demás.

La Fundación Loyola, que tiene presente las características cambiantes del mundo pretende lograr que:

• Sus colegios sean centros evangelizadores a través de la acción educativa integral.
• Donde el alumnado y las personas más vulnerables de la comunidad educativa, encuentren en nuestros colegios una cultura de salvaguarda para su desarrollo y crecimiento personal, generando espacios, relaciones y actividades seguras.
• Su alumnado se sienta acompañado y siendo el centro del proceso de enseñanza-aprendizaje, llegue a ser agente de transformación social.
• La formación de nuestro alumnado se caracterice por la excelencia en todas sus dimensiones: con una profundidad que le abra a la experiencia de Dios y con una pedagogía innovadora y renovada por el paradigma pedagógico ignaciano (PPI) que dé respuesta a las nuevas necesidades y retos de la sociedad.
• Se abra a la universalidad e integre entre su alumnado a personas que experimentan faltas de oportunidades y se encuentran en contextos más desfavorecidos.
• Potencie el acompañamiento personal de todos los miembros de la comunidad educativa, generando en nuestros colegios espacios de cuidado y encuentro.
• Todos sus miembros tengan la posibilidad de vivir la espiritualidad ignaciana y acceder a una experiencia personal de fe.
• Sea una institución en la que todos sus centros trabajen en red de forma cohesionada y en la que las distintas comunidades educativas compartan la misión.
• Sea una institución que desde el sector de educación de la Compañía de Jesús (Educsi) y las distintas plataformas apostólicas, trabaje en red para articular la misión de la Compañía.
• Sea una institución con un liderazgo ignaciano de forma que el discernimiento en común y la evaluación sea su modo de proceder. 

La Fundación Loyola, para alcanzar los objetivos contemplados en la misión, cuenta con los siguientes valores:

• La espiritualidad ignaciana al ser una obra apostólica de la Compañía de Jesús que tiene un proyecto educativo claro que siempre se ha señalado por estar en la frontera y ser innovadora.
• La convicción, confirmada por la historia, de que la educación integral ayuda a cambiar a las personas y las personas ayudan a transformar el mundo.
• Una tradición viva que recoge un estilo educativo, académico, pedagógico, de educación en valores con un ideario propio, transmitidos por la Compañía de Jesús a miles de antiguos alumnos que han pasado por sus aulas durante siglos, y que es actualmente compartido por otros colegios de España y de todo el mundo.
• El compromiso, la vocación y la dedicación generosa del personal de la fundación a la labor educativa basados en la Espiritualidad Ignaciana.
• Los vínculos establecidos con las familias de nuestros alumnos.
• La conciencia de que la participación y la corresponsabilidad son el modo más eficaz de alcanzar los objetivos usando como medio el trabajo colaborativo.
• La cultura de la excelencia como un medio indispensable para el crecimiento y la maduración de nuestro alumnado.
• La afirmación de la centralidad de la persona en sus posibilidades de crecimiento y en su capacidad para experimentar a Dios, haciéndolas responsables de sí mismas.
• La apuesta por una interioridad que se construye en relación con los otros y que está habitada por Dios.
• El acompañamiento y el cuidado al alumnado y a toda la comunidad educativa.
• La apertura y sensibilidad hacia las necesidades del mundo y el cuidado de la casa común y el compromiso con los más desfavorecidos y con los excluidos y las personas vulnerables.
• Una evaluación y actualización de las continuas necesidades formativas para todos los miembros de la comunidad educativa generando para ello espacios de reflexión, así como la evaluación de la institución, sus centros y órganos.
• La pluralidad basada en el respeto profundo, la tolerancia y el sentido crítico constructivo y la actitud efectiva de colaboración y apertura a otras personas, obras y organizaciones de idearios diversos.
• La preocupación institucional efectiva por la seguridad de menores y personas vulnerables.
• La cultura de trabajo en red de los centros y órganos de la Fundación Loyola entre sí y con el resto de los miembros de EDUCSI.